ALERTA OCDE POR SEQUÍA EXTREMA EN MÉXICO

México es uno de los 15 países más vulnerables de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a sufrir efectos extremos de inundaciones y sequías, de acuerdo con el reporte “Agua y adaptación al cambio climático”, del organismo.

El documento señala que en los próximos años el país podría sufrir los escenarios más extremos de sequías en toda la región de Norteamérica, además de la reducción de los niveles de precipitación. Asimismo, se considera una de las 13 naciones con “fuertes” amenazas a los ecosistemas de agua dulce, entre los que se encuentran Australia, Austria, Bélgica, Chile, Estonia, Italia y Corea.

Los estados más afectados por la falta de lluvia serán la región central, Jalisco y Chiapas. Entre las preocupaciones principales están la disponibilidad de agua y los niveles de suministro y saneamiento, detalla.

“La sobreexplotación de los acuíferos y la asignación de las aguas superficiales en el contexto de una importante demanda de la industria y la agricultura de producción y zonas urbanas en crecimiento, es una de las vulnerabilidades clave”, señala la OCDE.

Menciona que México es una de las pocas naciones que recibió financiamiento durante la administración pasada, ya que el Banco Mundial (BM) asignó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) 450 millones de pesos para completar la agenda del agua 20-30.

No obstante, entre las acciones prioritarias, apunta la OCDE, está el desarrollo de capacidades para el personal de Conagua sobre la adaptación al cambio climático, que incluyen cursos de formación sobre el tema de adaptación, manuales técnicos, además de guías de acción de operación con el clima.

Informa que “los cambios en el régimen de caudales de agua dulce será el más importante y generalizado de los impactos del cambio climático, porque estos ecosistemas son especialmente vulnerables, con uno de los números más altos de especies amenazadas”.

De acuerdo con la organización, el deterioro del agua que se espera en los próximos años no sólo afectará los suelos y la disponibilidad, también tendrá consecuencias en el ámbito político.

“Dado que el agua es un elemento esencial de recursos, así como una amenaza potencial, los efectos del cambio climático sobre el agua dulce no sólo afectarán la gestión de las inundaciones en sí, sino también una serie de ámbitos políticos clave; por ejemplo, la energía, la agricultura, la infraestructura, la biodiversidad y la salud”, detalló.

Agrega que, a pesar de la creciente información científica acerca de la naturaleza, la magnitud y el momento de los impactos sobre el agua dulce, la adaptación y planificación han sido deficientes.

“La adaptación efectiva y oportuna puede reducir el costo de los impactos del cambio climático por mejorar la gestión de los riesgos del agua y aumentar la capacidad de recuperación. Tanto en el corto y a largo plazo, la adaptación al cambio climático requiere una política flexible, dinámica y orientada al futuro, enfoques que tengan en cuenta la variabilidad del clima en todas las escalas temporales”, explica.

Sugiere entonces que un enfoque basado en el riesgo puede acomodarse mejor para la toma de decisiones de adaptación. También se puede utilizar para identificar las prioridades y las opciones para gestionar los riesgos del agua y mejorar la capacidad al menor costo para la sociedad.

Fuente: El Universal
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