Albañiles, oficio mal pagado y denigrado por la sociedad
La Redacción
Ramiro López, chalán de albañil, trabaja a diario una jornada de más de 10 horas, en una pequeña obra que se realiza en el centro de la ciudad, a la semana gana un promedio de mil 200 pesos, los cuales apenas si alcanzan para la manutención de su esposa y su pequeña hija.
“El Bolas”, como le dicen sus amigos, señala que a duras penas terminó la primaria, respecto a su trabajo, dijo que inicia desde muy temprano, acarrea la arena y la grava, luego los bultos de cemento para hacer la mezcla, con casi tres años de dedicarse a esta actividad, dice que ya empieza a poner tabique.
El obrero de la construcción expresa que cuando realiza el trabajo de oficial, un chalán se encarga de acarrear el material, por lo que este día van a olvidar un poco la cuchara, la arena, la grava, los polines para festejar el Día de la Santa Cruz, “todo depende del patrón, que se ponga a mano con las chelas y los pollos”.
Me gusta mi trabajo: Julio
De todo el trabajo que se realiza dentro de la albañilería, dijo Julio, sin duda lo difícil es cargar los bultos de cemento, cada uno tiene un peso de 50 kilogramos, “cuando se cuelan los techos, es cuando se carga más”, comentó.
“Hacer la cimbra, armar los castillos y las trabes, pegar tabique, no es nada difícil, lo pesado es cargar, en ocasiones hay que cargar toneladas de cemento, pero a mí me gusta mi trabajo, mi padre, mi abuelo fueron albañiles”, dijo con orgullo.
En este tipo de trabajo los macuarros, comentó Julio, “somos unos auténticos burros, trabajamos hasta 12 horas sin parar, los seis días de la semana, cargando todo el día los tarros de mezcla, paleamos la grava y la arena, cargamos los bultos de cemento, estamos bajo el intenso sol”, asentó.
El festejo
Eduardo, maestro de obra, por su parte, señaló “a ver qué dice el patrón si se pone a mano con unas chelas y aunque sea un pollito, en caso que no, todos los que laboramos en la obra tendremos que hacer cooperacha, lo importante es no dejar que pase desapercibido el día.
“La situación está difícil, este nuevo gobierno nos vino a dar en la torre, antes nos iba mejor, por lo menos no se quedaba uno sin chamba, todo para sus cuates, pero ahí vamos”, comentó.
Este día se acostumbra la quema de cohetes, en algunos casos se contrata a una banda de música para amenizar, luego se pasa al convivio que se realiza en la misma obra, donde se sirven carnitas, pozole, tamales, en ocasiones se termina con un animado baile.
La tradición
Don Juan dice que en algunas partes del mundo la celebración se lleva a cabo para minimizar el impacto de las lluvias, todo se realiza para la protección de quienes realizan la obra, de ahí que en varias partes se observen cruces finamente adornadas, en algunos casos se hacen altares y se colocan velas.
Alrededor del mediodía los trabajadores de la construcción pararán sus actividades para degustar platillos típicos que, con familiares y amigos, en algunos casos se sirve mole, salsa de chicharrón, aguas frescas, refrescos, cervezas y tequila, sin faltar el tradicional mezcal.
“Hacer la cimbra, armar los castillos y las trabes, pegar tabique, no es nada difícil, lo pesado es cargar, en ocasiones hay que cargar toneladas de cemento, pero a mí me gusta mi trabajo, mi padre, mi abuelo, fueron albañiles”
Julio/ Albañil
Sabías que…
En México, la celebración de la Santa Cruz inicia en los albores del Siglo XVI, cuando el capitán Juan de Grijalba nombró "Isla de la Santa Cruz" a la isla de Acuzamil o Cozumel de Quintan Roo. En México es celebrada mayormente por gremios involucrados en la construcción, como los albañiles. La celebración inicia con la colocación de una cruz, adornada con flores y papel, en una parte alta y visible de la construcción (obra). Continúa con una fiesta con comida típica de la región, cerveza, tequila, mezcal, y otros derivados de la fermentación, en el lugar donde se desarrolla la obra.
“El Bolas”, como le dicen sus amigos, señala que a duras penas terminó la primaria, respecto a su trabajo, dijo que inicia desde muy temprano, acarrea la arena y la grava, luego los bultos de cemento para hacer la mezcla, con casi tres años de dedicarse a esta actividad, dice que ya empieza a poner tabique.
El obrero de la construcción expresa que cuando realiza el trabajo de oficial, un chalán se encarga de acarrear el material, por lo que este día van a olvidar un poco la cuchara, la arena, la grava, los polines para festejar el Día de la Santa Cruz, “todo depende del patrón, que se ponga a mano con las chelas y los pollos”.
Me gusta mi trabajo: Julio
De todo el trabajo que se realiza dentro de la albañilería, dijo Julio, sin duda lo difícil es cargar los bultos de cemento, cada uno tiene un peso de 50 kilogramos, “cuando se cuelan los techos, es cuando se carga más”, comentó.
“Hacer la cimbra, armar los castillos y las trabes, pegar tabique, no es nada difícil, lo pesado es cargar, en ocasiones hay que cargar toneladas de cemento, pero a mí me gusta mi trabajo, mi padre, mi abuelo fueron albañiles”, dijo con orgullo.
En este tipo de trabajo los macuarros, comentó Julio, “somos unos auténticos burros, trabajamos hasta 12 horas sin parar, los seis días de la semana, cargando todo el día los tarros de mezcla, paleamos la grava y la arena, cargamos los bultos de cemento, estamos bajo el intenso sol”, asentó.
El festejo
Eduardo, maestro de obra, por su parte, señaló “a ver qué dice el patrón si se pone a mano con unas chelas y aunque sea un pollito, en caso que no, todos los que laboramos en la obra tendremos que hacer cooperacha, lo importante es no dejar que pase desapercibido el día.
“La situación está difícil, este nuevo gobierno nos vino a dar en la torre, antes nos iba mejor, por lo menos no se quedaba uno sin chamba, todo para sus cuates, pero ahí vamos”, comentó.
Este día se acostumbra la quema de cohetes, en algunos casos se contrata a una banda de música para amenizar, luego se pasa al convivio que se realiza en la misma obra, donde se sirven carnitas, pozole, tamales, en ocasiones se termina con un animado baile.
La tradición
Don Juan dice que en algunas partes del mundo la celebración se lleva a cabo para minimizar el impacto de las lluvias, todo se realiza para la protección de quienes realizan la obra, de ahí que en varias partes se observen cruces finamente adornadas, en algunos casos se hacen altares y se colocan velas.
Alrededor del mediodía los trabajadores de la construcción pararán sus actividades para degustar platillos típicos que, con familiares y amigos, en algunos casos se sirve mole, salsa de chicharrón, aguas frescas, refrescos, cervezas y tequila, sin faltar el tradicional mezcal.
“Hacer la cimbra, armar los castillos y las trabes, pegar tabique, no es nada difícil, lo pesado es cargar, en ocasiones hay que cargar toneladas de cemento, pero a mí me gusta mi trabajo, mi padre, mi abuelo, fueron albañiles”
Julio/ Albañil
Sabías que…
En México, la celebración de la Santa Cruz inicia en los albores del Siglo XVI, cuando el capitán Juan de Grijalba nombró "Isla de la Santa Cruz" a la isla de Acuzamil o Cozumel de Quintan Roo. En México es celebrada mayormente por gremios involucrados en la construcción, como los albañiles. La celebración inicia con la colocación de una cruz, adornada con flores y papel, en una parte alta y visible de la construcción (obra). Continúa con una fiesta con comida típica de la región, cerveza, tequila, mezcal, y otros derivados de la fermentación, en el lugar donde se desarrolla la obra.
Fuente: Imparcialenlinea
LA REGIÓN SEMANARIO