Tumba 7 de Monte Albán, 89 años de legado arqueológico
En la Tumba 7 se encontraron diversos materiales como concha, coral, perlas, turquesa, cristal de roca, obsidiana, alabastro, azabache, ámbar, oro, plata, cobre, barro y dientes, así como huesos de animales con finos grabados tipo códice; que evidenciaron el esplendor del arte mixteco en cada una de las más de 600 piezas que lo conforman.
Este descubrimiento originó un sinnúmero de investigaciones que actualmente siguen vigentes, desentrañando los secretos que ofrece el recinto funerario.
En la Tumba 7 de Monte Albán fueron encontradas más de 200 diademas de oro laminado, así como brazaletes de oro, plata, cobre, obsidiana y concha; broches, pectorales, collares y otros objetos metálicos; un cráneo decorado con mosaicos de turquesa, un caracol trompeta y diversos objetos de cerámica mixteca. También fueron halladas tres urnas y una caja de cerámica de creación zapoteca.
Las joyas encontradas en Monte Albán fueron expuestas en la Feria Internacional de Chicago, siendo trasladadas en un tren militar llamado Olivo.
Actualmente se encuentran en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México, y en el museo de Santo Domingo en Oaxaca, donde están las piezas más importantes.
Resaltan también la Mascarilla en oro de Xipe Tótec, “Nuestro señor el desollado”, la que —a decir del propio Caso— es “quizá la pieza más bella de las que estaban en la tumba”; el Pectoral con flechas otra obra maestra de la orfebrería mixteca que muestra a Coo Dzavui (Koo Sau), «Serpiente de la lluvia», adornado con motivos preciosos como plumas de quetzal y rosetones de jade; así como el Caracol trompeta con su punta recortada para convertirse en instrumento musical.
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