El "incomunicado" presidente de Tuxtepec; con 3 celulares en cintura evade a un pueblo urgido de asistencia social
Tuxtepec, Oaxaca; 07 de julio 2016.- No sólo no le responde las llamadas Antonio Sacre Presidente de Tuxtepec al Presidente Electo Fernando Bautista Dávila, como lo dio a conocer éste último el día de ayer al decir que llevaba dos días tratando de comunicarse con el titular del ejecutivo sin que le tomara la llamada.
No sólo a Dávila no le contesta, pues son innumerables las personas que buscan al empleado del pueblo a fin de que solucione temas urgentes de salud, servicios básicos, pagos a proveedores, solicitudes diversas que no han sido atendidas por Antonio Sacre pese a que se rodea de tres teléfonos celulares, colgados en la anchura de sus pantalones.
Dávila quizá esté llamando al número equivocado, o no tenga el número del teléfono rojo, el de la gente VIP, podemos suponer, pero esta característica tan peculiar no se observa en funcionarios de niveles estatales, nacionales e internacionales, pues no habría cintura que soportara semejante carrillera.
Lejos de las políticas de vanguardia de puertas abiertas y audiencias públicas, el Ayuntamiento Tuxtepecano opera desde la premisa de no te veo no existes, no te oído no me comprometo.
Dávila tiene la fortuna de que tarde que temprano Sacre le contestará, no así la población y diversas organizaciones que han agotado créditos, paciencia y esperanzas en poder comunicarse, ya no se diga dialogar, con el represente del ejecutivo del municipio, quien sin lugar dudas habla con alguien.(Cortesía El Piñero)
No sólo a Dávila no le contesta, pues son innumerables las personas que buscan al empleado del pueblo a fin de que solucione temas urgentes de salud, servicios básicos, pagos a proveedores, solicitudes diversas que no han sido atendidas por Antonio Sacre pese a que se rodea de tres teléfonos celulares, colgados en la anchura de sus pantalones.
Dávila quizá esté llamando al número equivocado, o no tenga el número del teléfono rojo, el de la gente VIP, podemos suponer, pero esta característica tan peculiar no se observa en funcionarios de niveles estatales, nacionales e internacionales, pues no habría cintura que soportara semejante carrillera.
Lejos de las políticas de vanguardia de puertas abiertas y audiencias públicas, el Ayuntamiento Tuxtepecano opera desde la premisa de no te veo no existes, no te oído no me comprometo.
Dávila tiene la fortuna de que tarde que temprano Sacre le contestará, no así la población y diversas organizaciones que han agotado créditos, paciencia y esperanzas en poder comunicarse, ya no se diga dialogar, con el represente del ejecutivo del municipio, quien sin lugar dudas habla con alguien.(Cortesía El Piñero)
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