Francia bombardea Raqqa, capital del Estado Islámico en Siria
Aviones de combate galos han golpeado este domingo por la noche la mayor ciudad que el auto proclamado Estado Islámico (conocido por sus siglas inglesas IS) controla en Siria. La operación de ataque, la primera lanzada por Francia desde la masacre de París, ha consistido en 12 aparatos - diez de ellos cazabombarderos - que han disparado 20 bombas sobre posiciones consideradas en manos de los yihadistas. El primer bombardeo francés sobre el IS fue el 27 de septiembre pasado.
"El primer objetivo destruido era usado por Daesh - acrónimo en árabe del IS - de puesto de mando, centro de reclutamiento y depósito de armas y munición. El segundo albergaba un campo de entrenamiento terrorista", ha comunicado según Reuters el ministro de Defensa francés, Kean-Yves Le Drian, al concluir la intervención armada. Los jóvenes activistas anti Asad y anti IS del grupo 'Raqqa está siendo masacrada en silencio' han corroborado sobre el terreno el ataque.
Las naves han despegado desde bases en Jordania y los Emiratos Árabes Unidos, y se procedió en coordinación con fuerzas estadounidenses. "Confiamos en que, en los próximos días y semanas, trabajando con los franceses, podremos intensificar los bombardeos contra el IS tanto en Siria como en Irak, para dejar claro que no hay sitio seguro para estos terroristas", había declarado este domingo, en una entrevista al canal NBC, el vice asesor de Seguridad Nacional de EEUU Ben Rhodes.
Francia integra la coalición anti IS que, liderada por Washington, bombardea desde junio de 2014 posiciones del IS en ambos países de Oriente Medio donde la organización apocalíptica posee territorios. EEUU anunció a principios de mes el despliegue de cerca de 50 miembros de las fuerzas especiales en tareas de "entrenamiento y asesoramiento" para combatir al IS, aunque el presidente Obama matizó que "no estarán en los frentes de combate".
La mayoría de mensajes pronunciados en los primeros compases de la cumbre del G20, que ha empezado este domingo en un resort de lujo del sur de Turquía, exigían una respuesta armada contra los yihadistas, intrusos en una guerra que ha provocado más de 125.000 muertos en Siria. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha afirmado que "la cooperación [contra el IS] entre Estados Unidos y Rusia es crucial".
"Es triste cómo, al final, nos acaba cayendo a nosotros. Que Dios nos bendiga y proteja a los civiles de Raqqa", tuitearon - con la imagen de perfil marcada con una bandera francesas - los activistas de 'Raqqa está siendo masacrada silencio'. Según explicaron luego, los hospitales de Raqqa no han anunciado víctimas civiles de los bombardeos franceses, pero, eso sí, la ofensiva ha provocado el corte de la luz y del agua.
De acuerdo con datos que publicó el tres de agosto la agencia Associated Press, recabados por un organismo independiente llamado Airwars, 459 civiles habían muerto entonces en bombardeos de la coalición anti IS en Irak y Siria. "En este contexto, la política actual de la coalición de rebajar o denegar toda denuncia de víctimas tiene poco sentido, y genera el riesgo de dar al Estado Islámico y a otras fuerzas una poderosa herramienta de propaganda", advertía en aquel momento un portavoz de Airwars.
El último en sumarse a la guerra al IS fue Rusia, quien además interviene del lado del presidente Sirio, Bashar Asad, para frenar a las fuerzas opositoras. Según denuncian organizaciones opositoras, los cazas enviados por Moscú, además de atacar posiciones yihadistas, se están cebando con cientos de civiles. Médicos Sin Fronteras ha denunciado que, desde el inicio de las operaciones de bombardeo rusas, 35 pacientes sirios y personal médico han muerto en el bombardeo de doce hospitales del norte del país.
Mientras tanto, advierte la ONU, más de 120.000 sirios han huido de sus casas desde principios del mes pasado. Eso amenaza con aumentar el éxodo rumbo a Europa o, en el peor de los casos, con provocar más muertes en los maltrechos campos de refugiados del norte de Siria, Líbano o Jordania. Durante el último invierno docenas de refugiados murieron por causas relacionadas con las bajas temperaturas, como hipotermia o fogatas descontroladas. El horror se aparece allí de mil formas.(El Mundo)
"El primer objetivo destruido era usado por Daesh - acrónimo en árabe del IS - de puesto de mando, centro de reclutamiento y depósito de armas y munición. El segundo albergaba un campo de entrenamiento terrorista", ha comunicado según Reuters el ministro de Defensa francés, Kean-Yves Le Drian, al concluir la intervención armada. Los jóvenes activistas anti Asad y anti IS del grupo 'Raqqa está siendo masacrada en silencio' han corroborado sobre el terreno el ataque.
Las naves han despegado desde bases en Jordania y los Emiratos Árabes Unidos, y se procedió en coordinación con fuerzas estadounidenses. "Confiamos en que, en los próximos días y semanas, trabajando con los franceses, podremos intensificar los bombardeos contra el IS tanto en Siria como en Irak, para dejar claro que no hay sitio seguro para estos terroristas", había declarado este domingo, en una entrevista al canal NBC, el vice asesor de Seguridad Nacional de EEUU Ben Rhodes.
Francia integra la coalición anti IS que, liderada por Washington, bombardea desde junio de 2014 posiciones del IS en ambos países de Oriente Medio donde la organización apocalíptica posee territorios. EEUU anunció a principios de mes el despliegue de cerca de 50 miembros de las fuerzas especiales en tareas de "entrenamiento y asesoramiento" para combatir al IS, aunque el presidente Obama matizó que "no estarán en los frentes de combate".
La mayoría de mensajes pronunciados en los primeros compases de la cumbre del G20, que ha empezado este domingo en un resort de lujo del sur de Turquía, exigían una respuesta armada contra los yihadistas, intrusos en una guerra que ha provocado más de 125.000 muertos en Siria. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha afirmado que "la cooperación [contra el IS] entre Estados Unidos y Rusia es crucial".
"Es triste cómo, al final, nos acaba cayendo a nosotros. Que Dios nos bendiga y proteja a los civiles de Raqqa", tuitearon - con la imagen de perfil marcada con una bandera francesas - los activistas de 'Raqqa está siendo masacrada silencio'. Según explicaron luego, los hospitales de Raqqa no han anunciado víctimas civiles de los bombardeos franceses, pero, eso sí, la ofensiva ha provocado el corte de la luz y del agua.
De acuerdo con datos que publicó el tres de agosto la agencia Associated Press, recabados por un organismo independiente llamado Airwars, 459 civiles habían muerto entonces en bombardeos de la coalición anti IS en Irak y Siria. "En este contexto, la política actual de la coalición de rebajar o denegar toda denuncia de víctimas tiene poco sentido, y genera el riesgo de dar al Estado Islámico y a otras fuerzas una poderosa herramienta de propaganda", advertía en aquel momento un portavoz de Airwars.
El último en sumarse a la guerra al IS fue Rusia, quien además interviene del lado del presidente Sirio, Bashar Asad, para frenar a las fuerzas opositoras. Según denuncian organizaciones opositoras, los cazas enviados por Moscú, además de atacar posiciones yihadistas, se están cebando con cientos de civiles. Médicos Sin Fronteras ha denunciado que, desde el inicio de las operaciones de bombardeo rusas, 35 pacientes sirios y personal médico han muerto en el bombardeo de doce hospitales del norte del país.
Mientras tanto, advierte la ONU, más de 120.000 sirios han huido de sus casas desde principios del mes pasado. Eso amenaza con aumentar el éxodo rumbo a Europa o, en el peor de los casos, con provocar más muertes en los maltrechos campos de refugiados del norte de Siria, Líbano o Jordania. Durante el último invierno docenas de refugiados murieron por causas relacionadas con las bajas temperaturas, como hipotermia o fogatas descontroladas. El horror se aparece allí de mil formas.(El Mundo)
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