Arquidiócesis de Oaxaca reprime a padres que promovieron denuncia contra sacerdote pederasta

Jesús Jiménez/Darío Nolasco

Oaxaca de Juárez, 18 de noviembre. Por haber apoyado a los niños indígenas que denunciaron abuso sexual cometido por el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández en las parroquias de Santiago Camotlán, San Idelfonso Villa Alta y San Pablo Huitzo, el arzobispo de Oaxaca José Luis Chávez Botello, reprimió al sacerdote Apolonio Merino Hernández.

Indicó que junto a su compañero Ángel Noriega Nieto, les ha retirado sus derechos como sacerdotes, los ha suspendido, además los ha amenazado para que no sigan dando a conocer este caso que se registró en el 2009. Indicó que cuando fue párroco en Villa Alta, conoció los testimonios de las víctimas y les indicó que acudieran con el Arzobispo para solicitar apoyo, pero Chávez Botello los ignoró.

Los afectados denunciaron ante las autoridades procuradoras de justicia y el sacerdote señalado fue detenido, pero a la fecha, por intervención del Arzobispo, no se ha dictado sentencia desde hace 2 años. Reveló que por haber apoyado a los niños ha recibido violencia institucional, amenazas, intimidación, hostigamiento, “y le ha vendido la idea a la feligresía de que estoy enfermo mentalmente, de serlo así, estoy dispuesto a someterme a un examen médico de lo contrario, pido que se subsane públicamente por las afectaciones a mi persona”.

Exigió que se actúe de acuerdo a lo que marca la ley, que el jerarca de la iglesia católica en Oaxaca deje de lado su actitud y termine la protección al sacerdote Gerardo Silvestre Hernández. Advirtió que en caso de no tenerse una respuesta satisfactoria, va a solicitar una audiencia con el papa Francisco en su próxima visita a México para que se atienda esta situación, y responsabilizó a José Luis Chávez Botello de cualquier daño que pueda sufrir en su persona y su familia.(ADN Sureste)
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