México, terror bajo tierra

La noticia del hallazgo de 31 mil fragmentos de huesos humanos en una finca del municipio de Salinas Victoria, pone a la luz las historias terroríficas que existen en decenas de zonas de Nuevo León.

Evidencia además los cruentos métodos utilizados por los grupos de la delincuencia para la desaparición de cuerpos.

El viernes 28 de agosto la religiosa Consuelo Morales, presidenta de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC) y quien encabeza la búsqueda de víctimas de desaparición, dio a conocer el descubrimiento de 31 mil partes de huesos en el Rancho “Las Abejas”.

Morales aseguró a los medios de comunicación que el hallazgo en el lugar ubicado a 34 kilómetros de Monterrey se había mantenido oculto ante los medios de comunicación.

Dijo que entre los restos, las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León (PGJNL) han podido identificar hasta el momento a 31 personas reportadas como desaparecidas.

Por su parte la Procuraduría informó en un comunicado que el descubrimiento ya había sido dado a conocer desde el 2011, en que se anunció la localización del lugar, en él se ubicaron vestigios claros de violencia.

“Tras las investigaciones realizadas en diversas averiguaciones relacionadas con personas desaparecidas, peritos de la Procuraduría Estatal localizaron un inmueble en el municipio de Salinas Victoria N.L. en el año 2011.

“Mismo que fue asegurado para la práctica de diligencias  por parte de elementos del Instituto de Criminalística de Campo, tendiente a la localización de personas desaparecidas.

“En esas condiciones, desde el año 2011 a la fecha, se han realizado diversas indagatorias de campo que dan como resultado el hallazgo total de más de 30 mil fragmentos óseos humanos, los cuales en el transcurso de cuatro años han sido sometidos a pruebas  periciales, dando resultado positivo con perfiles genéticos de 31 personas, mismas que cuentan con reporte de desaparición del año 2011”, describe la misiva enviada por la PGJNL.

Una fosa abierta

En el lugar, los investigadores encontraron tambos con capacidad de 200 litros, perforados a los lados, en los que se dijo, quemaban los cuerpos de las personas secuestradas. Pero antes, eran torturadas de manera cruel.

Archivos periodísticos de junio del 2011 detallan que en “Las Abejas” los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) ubicaron prendas de vestir y zapatos, además casquillos de diversos calibres.

Los restos, huesos en añicos y piezas dentales, se encontraban esparcidos por un espacio de un kilómetro, y algunos estaban enterrados.

En el sitio también se localizaron recipientes de plástico, con los que presuntamente los delincuentes llevaban el combustible con el que quemaban los cuerpos.

En ese momento, los investigadores de la AEI declararon que por las evidencias se podía presumir que las víctimas eran torturadas antes de ser ejecutadas por sus captores, esto porque se hallaron esposas y cinturones de seguridad de automóviles con rastros de sangre.

Desde entonces el espacio fue asegurado por militares y agentes de la PGJNL. Los peritos se han mantenido trabajando en la identificación de los restos óseos.

Priscila Rivas, vocera de la PGJNL explicó que el sitio continúa bajo resguardo porque hay averiguaciones abiertas y así se mantendrá para atender las demandas o dudas de los familiares de desaparecidos.

“Mientras un familiar venga y diga que tiene dudas, y diga quiero que vuelvan a buscar, van a volver a ir”, señaló.

De los 31 casos de desaparecidos identificados en el lugar, algunos son de los familiares que reciben apoyo de CADHAC.

Según la Procuraduría de Justicia, en el transcurso de cuatro años se han ido identificando y entregando los restos de las víctimas encontrados en el lugar.

La cocina del horror

La “cocina” de “Las Abejas” no es la única en el estado. Desafortunadamente son muchos hallazgos que descubren ante las autoridades y la ciudadanía los extremos de violencia a los que puede llegar un ser humano para acabar con otro.

Historias contadas desde aproximadamente el año 2007, cuando se vivió el recrudecimiento de la violencia en el estado al iniciar la guerra entre los cárteles de la delincuencia organizada, Los Zetas y El Cártel del Golfo, para tutelar “las plazas” del noreste de México

Cuando el expresidente de México, Felipe Calderón, les declaró la guerra y mandó al Ejército al frente, fueron localizados decenas de casas de seguridad y fincas utilizadas como “cocinas”.

A las “narco cocinas” algunas víctimas eran llevadas sin vida, y los sicarios desmembraban sus cuerpos y los colocaban en tambos metálicos, en donde los deshacían en ácido o los incineraban con gasolina y fuego.

Las que llegaban con vida eran torturadas mientras esperaban, en el mejor de los casos, que sus familias pagaran un rescate, y de tratarse de un miembro de un grupo rival de la delincuencia, la tortura era sólo por el placer de la venganza.

Después eran desaparecidos de la manera ya descrita.

Los 31 mil fragmentos de “Las Abejas” han coincidido con expedientes de desaparecidos, pero los especialistas siguen trabajando diariamente en el hallazgo de más vestigios de la crueldad.

Se estima que los restos óseos localizados en esta “cocina” son de actividades delictivas de entre el 2007 y 2009.

Historia cruel

Cifras de organizaciones nacionales hablan de más de 26 mil desaparecidos en México hasta diciembre del 2014:

> La Organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León reporta que hay 10 mil desaparecidos en el estado, entre las cifras oficiales y los casos no denunciados.



> Información de la Procuraduría de Nuevo León citada en medios de comunicación locales, señala que en los últimos cuatro años se han localizado 93 “cocinas” y fosas, además de cuerpos abandonados en predios

> En mayo del 2012 fueron encontrados 49 cadáveres mutilados en la comunidad San Juan, en el municipio de Cadereyta, Nuevo León.

> En agosto del 2010, 72 migrantes fueron asesinados y sus cuerpos abandonados en el ejido de El Huizachal de San Fernando, Tamaulipas.

> En marzo del 2011 el  poblado de Allende, Coahuila, se tiñó de sangre cuando arribaron alrededor de 40 camionetas conducidas por hombres armados en busca de venganza.

> Los sicarios traían el encargo de levantar a los integrantes de las familias Moreno y Garza Gaytán. Pero también a sus amigos y empleados.

> Declaraciones del entonces alcalde, Luis Reynaldo Tapia, precisan que en este hecho fueron desaparecidas 300 personas en  las ‘cocinas’.

> En julio del 2010 fue dado a conocer el hallazgo de 51 restos de personas ejecutadas y sepultadas en el municipio de Juárez, Nuevo León, que según la PGJNL se trataban de víctimas del Cártel de Los Zetas.

(Reporte Indigo)
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