Las penas con el celular son más
¿Lo primero que haces al llegar a casa tras un mal día laboral es tomar tu smartphone, tirarte al sofá y abrir Facebook?
¿Entras a Instagram a ver qué hay de nuevo para digerir el trago amargo de haber discutido con tu mejor amigo o novio?
¿Te sientes ansioso y, en lugar de salir a tomar aire o dar una caminata, te quedas en cama con tu celular? Ojo: que una pantalla no se convierta en tu refugio o distracción inmediata cuando estás de mal humor o cabizbajo.
Piensa si realmente necesitas estar pegado al celular para pasar los malos momentos. Y no necesariamente tienes que ser depresivo o tener alto riesgo de desarrollar ese padecimiento para saber que lo menos recomendable es conectarte a tus redes sociales durante tragos amargos.
De hecho, quienes tienen alto riesgo –o antecedentes– de depresión pueden sentirse incluso peor si recurren a su celular.
Así lo concluyó un estudio liderado por la doctora en medios masivos de comunicación Jung-Hyun Kim, de la Universidad Sogang, Corea del Sur, en el que se analizaron dos vías para el uso habitual de un teléfono inteligente: para pasar el tiempo o entretenerse, o para buscar a otras personas en un intento de aliviar sentimientos de tristeza o depresión.
Este último motivo es el preocupante, dado a que contribuye a lo que los autores llaman “uso problemático del teléfono celular” (PUMP, por sus siglas en inglés).
Te podrá parecer absurdo, pero la cantidad de tiempo que inviertes al día en tu teléfono inteligente podría dar indicios del estado de tu salud mental
¿Aburrido o depresivo?
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad Northwestern, en Illinois, se analizó el uso de smartphones –incluyendo GPS– de un grupo de personas mediante una aplicación de sensor de datos, para detectar una serie de conductas cotidianas durante dos semanas y, con ello, identificar “la gravedad de los síntomas depresivos”, de los participantes, reporta la investigación publicada en julio de este año en Journal of Medical Internet Research.
Con dicha herramienta, los expertos identificaron a personas con síntomas depresivos con un 87 por ciento de exactitud. Los datos arrojados de los sensores del celular incluso fueron más confiables para detectar la depresión que las preguntas diarias que los participantes respondieron sobre su estado de ánimo.
Se encontró, por ejemplo, que el tiempo promedio de uso diario de los smartphones era de 68 minutos en los participantes con depresión. Y 17 minutos en quienes no manifestaban síntomas depresivos.
Los autores aclararon que los resultados deben replicarse en un estudio más amplio entre participantes cuyos síntomas confirmen el diagnóstico de una depresión clínica. Sin embargo, los hallazgos sugieren que los sensores de los teléfonos inteligentes abren la posibilidad de una nueva generación de tecnologías que puedan detectar, de forma pasiva y sin esfuerzo por parte del usuario, señales de alerta de la depresión, y actuar en consecuencia rápidamente.
“Los datos que mostraban que las personas deprimidas no solían acudir a muchos lugares refleja la pérdida de motivación observada en la depresión”, dijo el autor del estudio, David Mohr, director del Centro de Tecnologías de Intervención Conductual de la Escuela de Medicina Feinberg, de la Universidad Northwestern.
“Cuando las personas están deprimidas, suelen aislarse y no tienen la motivación o energía para salir y hacer cosas”, agregó el también psicólogo clínico. “Cuando están con su celular, es probable que las personas eviten pensar sobre cosas que son problemáticas, sentimientos dolorosos o relaciones difíciles. Es una conducta de evitación que vemos en la depresión”.
De mal en peor
“La facilidad de uso y accesibilidad a diversas características que están disponibles en cualquier momento en un teléfono móvil se convierten en una trampa para algunos usuarios que rápidamente desarrollan hábitos disfuncionales, como checar constantemente el smartphone sin objetivos específicos”, señaló el estudio aludido, cuyos hallazgos fueron publicados en Journal Computers in Human Behavior.
El problema es que “(...) algunas personas no pueden regular el uso excesivo que hacen de su smartphone a pesar de que no lo disfrutan mucho”, lo que da indicios de una persona depresiva, apuntaron los autores.
En un comunicado de la Universidad Estatal de Michigan, David Prabu, director de la Facultad de Artes y Ciencias de la Comunicación, y quien participó en el estudio, comentó que el consumo problemático de los smartphones se alimenta, en parte, por el uso intencional o deliberado de los mismos para aliviar los sentimientos negativos.
Y es que a decir de los expertos, la condición psicológica de una persona influye en la forma en la que consume los medios de comunicación.
“Las personas solitarias o deprimidas, por ejemplo, tienden a buscar un desvío inmediato de sus problemas, como ver la televisión o navegar en Internet, a pesar de que saben que se trata de un alivio temporal”. Pero “(...) utilizar el smartphone como un alivio temporal podría empeorar las condiciones psicológicas e incluso arrastrar al usuario al uso problemático y no regulado del teléfono celular”, advirtieron los autores.
‘Uso problemático del teléfono celular” (PUMP)
Síntomas del uso ‘no regulado’ de tu smartphone:
> Lo usas para aliviar un estado de ánimo desagradable
> Interfiere con tus relaciones y actividades personales en la vida diaria
> Lo utilizas en situaciones peligrosas (texting al volante) o socialmente inapropiadas
> Sientes frustración cuando su uso se prohíbe
(Reporte Indigo)
¿Entras a Instagram a ver qué hay de nuevo para digerir el trago amargo de haber discutido con tu mejor amigo o novio?
¿Te sientes ansioso y, en lugar de salir a tomar aire o dar una caminata, te quedas en cama con tu celular? Ojo: que una pantalla no se convierta en tu refugio o distracción inmediata cuando estás de mal humor o cabizbajo.
Piensa si realmente necesitas estar pegado al celular para pasar los malos momentos. Y no necesariamente tienes que ser depresivo o tener alto riesgo de desarrollar ese padecimiento para saber que lo menos recomendable es conectarte a tus redes sociales durante tragos amargos.
De hecho, quienes tienen alto riesgo –o antecedentes– de depresión pueden sentirse incluso peor si recurren a su celular.
Así lo concluyó un estudio liderado por la doctora en medios masivos de comunicación Jung-Hyun Kim, de la Universidad Sogang, Corea del Sur, en el que se analizaron dos vías para el uso habitual de un teléfono inteligente: para pasar el tiempo o entretenerse, o para buscar a otras personas en un intento de aliviar sentimientos de tristeza o depresión.
Este último motivo es el preocupante, dado a que contribuye a lo que los autores llaman “uso problemático del teléfono celular” (PUMP, por sus siglas en inglés).
Te podrá parecer absurdo, pero la cantidad de tiempo que inviertes al día en tu teléfono inteligente podría dar indicios del estado de tu salud mental
¿Aburrido o depresivo?
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad Northwestern, en Illinois, se analizó el uso de smartphones –incluyendo GPS– de un grupo de personas mediante una aplicación de sensor de datos, para detectar una serie de conductas cotidianas durante dos semanas y, con ello, identificar “la gravedad de los síntomas depresivos”, de los participantes, reporta la investigación publicada en julio de este año en Journal of Medical Internet Research.
Con dicha herramienta, los expertos identificaron a personas con síntomas depresivos con un 87 por ciento de exactitud. Los datos arrojados de los sensores del celular incluso fueron más confiables para detectar la depresión que las preguntas diarias que los participantes respondieron sobre su estado de ánimo.
Se encontró, por ejemplo, que el tiempo promedio de uso diario de los smartphones era de 68 minutos en los participantes con depresión. Y 17 minutos en quienes no manifestaban síntomas depresivos.
Los autores aclararon que los resultados deben replicarse en un estudio más amplio entre participantes cuyos síntomas confirmen el diagnóstico de una depresión clínica. Sin embargo, los hallazgos sugieren que los sensores de los teléfonos inteligentes abren la posibilidad de una nueva generación de tecnologías que puedan detectar, de forma pasiva y sin esfuerzo por parte del usuario, señales de alerta de la depresión, y actuar en consecuencia rápidamente.
“Los datos que mostraban que las personas deprimidas no solían acudir a muchos lugares refleja la pérdida de motivación observada en la depresión”, dijo el autor del estudio, David Mohr, director del Centro de Tecnologías de Intervención Conductual de la Escuela de Medicina Feinberg, de la Universidad Northwestern.
“Cuando las personas están deprimidas, suelen aislarse y no tienen la motivación o energía para salir y hacer cosas”, agregó el también psicólogo clínico. “Cuando están con su celular, es probable que las personas eviten pensar sobre cosas que son problemáticas, sentimientos dolorosos o relaciones difíciles. Es una conducta de evitación que vemos en la depresión”.
De mal en peor
“La facilidad de uso y accesibilidad a diversas características que están disponibles en cualquier momento en un teléfono móvil se convierten en una trampa para algunos usuarios que rápidamente desarrollan hábitos disfuncionales, como checar constantemente el smartphone sin objetivos específicos”, señaló el estudio aludido, cuyos hallazgos fueron publicados en Journal Computers in Human Behavior.
El problema es que “(...) algunas personas no pueden regular el uso excesivo que hacen de su smartphone a pesar de que no lo disfrutan mucho”, lo que da indicios de una persona depresiva, apuntaron los autores.
En un comunicado de la Universidad Estatal de Michigan, David Prabu, director de la Facultad de Artes y Ciencias de la Comunicación, y quien participó en el estudio, comentó que el consumo problemático de los smartphones se alimenta, en parte, por el uso intencional o deliberado de los mismos para aliviar los sentimientos negativos.
Y es que a decir de los expertos, la condición psicológica de una persona influye en la forma en la que consume los medios de comunicación.
“Las personas solitarias o deprimidas, por ejemplo, tienden a buscar un desvío inmediato de sus problemas, como ver la televisión o navegar en Internet, a pesar de que saben que se trata de un alivio temporal”. Pero “(...) utilizar el smartphone como un alivio temporal podría empeorar las condiciones psicológicas e incluso arrastrar al usuario al uso problemático y no regulado del teléfono celular”, advirtieron los autores.
‘Uso problemático del teléfono celular” (PUMP)
Síntomas del uso ‘no regulado’ de tu smartphone:
> Lo usas para aliviar un estado de ánimo desagradable
> Interfiere con tus relaciones y actividades personales en la vida diaria
> Lo utilizas en situaciones peligrosas (texting al volante) o socialmente inapropiadas
> Sientes frustración cuando su uso se prohíbe
(Reporte Indigo)
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