Con fascinante programa clausura Casa de la Cultura cursos de verano
Tuxtepec, Oax.- Después de cuatro semanas intensivas de aprendizaje y retroalimentación entre los niños, jóvenes y maestros que participaron en los diferentes talleres de verano de la Casa de la Cultura Dr. Víctor Bravo Ahuja, se ofreció un programa de clausura para el deleite de todos los padres y amigos de los alumnos que tuvieron la oportunidad de poner sobre el escenario el aprendizaje adquirido.
En punto de la seis de la tarde se dieron cita los 300 alumnos que en esta ocasión fueron participes de los múltiples talleres impartidos, así como sus familiares y amigos que ocuparon una a una las butacas del teatro auditorio impacientes por ver su talento desarrollado.
Los asistentes pudieron observar desde los alumnos más pequeñitos del taller de iniciación músical, que con mucha chispa entraron con toda la actitud al escenario, dejando atrás los nervios y provocando un sinfín de aplausos a su paso.
Hasta el taller de ballet que con movimientos cadenciosos estremeció a los presentes en una gala de destreza y elegancia, con más color y movimientos pronunciados se presentó también el taller de danzas polinesias y belly dance, sin dejar de lado a la danza folclórica que con faldas de mucho vuelo y botines hicieron vibrar la duela.
En una de sus primeras presentaciones, el taller de danza contemporánea demostró sólo algunos de los conocimientos adquiridos, interpretando a través de sus movimientos el Poema XX de Pablo Neruda.
Todo esfuerzo trae consigo un reconocimiento, es por ello que se hizo entrega de diplomas a alumnos participantes de los talleres de artes plásticas, dibujo, cocina, bisutería y pintura decorativa.
El taller de guitarra y cantohizo lo propio al interpretar diferentes melodías desde el tradicional himno a la alegría hasta perdón de Enrique Iglesias que puso a cantar a más de uno en el público; sin duda uno de los números más esperados son las presentaciones del taller de batería, en el que los alumnos ataviados en sus atuendos más roqueros subieron uno a uno al escenario a dejar todo su esfuerzo y empeño en los platillos, de la misma forma el taller de instrumentación con sax y batería interpretaron a mi manera y aquellos ojos verdes.
Para finalizar, el número especial corrió a cargo de un ensamble de las bandas infantil y filarmónica, número que provocó que los asistentes se pusieran de pie para reconocer el trabajo de jóvenes y maestros.
Demostrando con esto una vez más que la Casa de la Cultura Dr. Víctor Bravo Ahuja se mantiene atenta a las necesidades y solicitudes de los alumnos y padres, ofreciendo constantemente innovación sin perder la esencia de un recinto cultural de esta magnitud.
En punto de la seis de la tarde se dieron cita los 300 alumnos que en esta ocasión fueron participes de los múltiples talleres impartidos, así como sus familiares y amigos que ocuparon una a una las butacas del teatro auditorio impacientes por ver su talento desarrollado.
Los asistentes pudieron observar desde los alumnos más pequeñitos del taller de iniciación músical, que con mucha chispa entraron con toda la actitud al escenario, dejando atrás los nervios y provocando un sinfín de aplausos a su paso.
Hasta el taller de ballet que con movimientos cadenciosos estremeció a los presentes en una gala de destreza y elegancia, con más color y movimientos pronunciados se presentó también el taller de danzas polinesias y belly dance, sin dejar de lado a la danza folclórica que con faldas de mucho vuelo y botines hicieron vibrar la duela.
En una de sus primeras presentaciones, el taller de danza contemporánea demostró sólo algunos de los conocimientos adquiridos, interpretando a través de sus movimientos el Poema XX de Pablo Neruda.
Todo esfuerzo trae consigo un reconocimiento, es por ello que se hizo entrega de diplomas a alumnos participantes de los talleres de artes plásticas, dibujo, cocina, bisutería y pintura decorativa.
El taller de guitarra y cantohizo lo propio al interpretar diferentes melodías desde el tradicional himno a la alegría hasta perdón de Enrique Iglesias que puso a cantar a más de uno en el público; sin duda uno de los números más esperados son las presentaciones del taller de batería, en el que los alumnos ataviados en sus atuendos más roqueros subieron uno a uno al escenario a dejar todo su esfuerzo y empeño en los platillos, de la misma forma el taller de instrumentación con sax y batería interpretaron a mi manera y aquellos ojos verdes.
Para finalizar, el número especial corrió a cargo de un ensamble de las bandas infantil y filarmónica, número que provocó que los asistentes se pusieran de pie para reconocer el trabajo de jóvenes y maestros.
Demostrando con esto una vez más que la Casa de la Cultura Dr. Víctor Bravo Ahuja se mantiene atenta a las necesidades y solicitudes de los alumnos y padres, ofreciendo constantemente innovación sin perder la esencia de un recinto cultural de esta magnitud.
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