Parecía un infierno choque de pipa y ADO, narra testigo
VILLAHERMOSA, Tab.- El titular de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), Fernando Valenzuela Pernas, informó que cuatro de los 10 muertos por el choque e incendio del autobús ADO eran tabasqueños.
Al actualizar los datos sobre el accidente ocurrido ayer entre una pipa y un ADO sobre la carretera Villahermosa-Ciudad del Carmen, Campeche, en el tramo Nuevo Campechito, el funcionario reportó que el saldo final fue el de 10 muertos y cuatro lesionados.
Los cuatro tabasqueños fallecidos son los esposos Antonio Escalante Méndez y Gloria Peralta Hernández de 62 y 50 años; Belisario Pérez Montita, de 60, y Emilio Domínguez Sánchez, de 40 años.
De los seis cuerpos restantes, que se encuentran completamente calcinados, tres eran mujeres y tres varones, entre ellos dos menores de 7 y 10 años.
Los cadáveres serán trasladados al laboratorio de genética forense de Chiapas para pruebas de ADN, como en el caso del accidente de Acayucan, Veracruz, ocurrido el 13 de abril con saldo de 36 muertos, en su mayoría también calcinados.
De los cuatro lesionados, el titular de la PGJE explicó que tres se encuentran aún hospitalizados en Villahermosa y una mujer ya se encuentra en su casa luego de ser valorada médicamente.
Ellos son David León Saso, de 19 años, originario de Tabasco, hospitalizado en la clínica 46 del IMSS de esta capital.
Eustacio Hernández Zárate, de 39, originario también de Tabasco, hospitalizado en esa misma clínica del IMSS, y Mario Federico Alonso Herrera, de 22 años, originario de Campeche, atendido en el hospital Rovirosa de esta capital, quien sufre fractura de clavícula, sin embargo, su estados es estable al igual que los dos anteriores.
Por su lado, Nora Balcázar Cruz, de 30 años, originaria de Mérida, Yucatán, fue valorada por un médico en el lugar de los hechos y, dado su buen estado de salud, se retiró a su casa por su propio pie.
Valenzuela Pernas dijo que la Procuraduría de Campeche está a cargo de las investigaciones del accidente.
“Parecía el infierno”
El motociclista Rafael Cavazos, testigo de los hechos, relató a la prensa que la tragedia ocurrió alrededor de las 14:15 horas, cuando conducía su moto y atrás de él el autobús que, por momentos, sentía que venía “demasiado pegado”.
Llovía y por momentos aceleraba su moto para distanciarse, pero el autobús volvía a acercarse; de repente, en fracción de segundos, la pipa que venía en sentido contrario impactó al autobús y aquello “se volvió un infierno”.
De ver el impacto, derrapó con su moto, pero se levantó de inmediato y corrió para auxiliar a las víctimas, pero fue imposible por la explosión y fuego que provocó el choque entre la pipa y parte del autobús.
Sobre la carretera, contó el motociclista, quedaron tendidos los cuerpos de los dos menores de edad, quienes “salieron volando con todo y asientos”, así como el de una mujer embarazada y cuatro personas calcinadas, en medio de pedazos de vidrios, sillas, juguetes y hasta una guitarra que, al parecer, era de un religioso.
Según testimonio de Nitson Martínez López, vecino de la zona, la ayuda tardó en llegar por lo difícil de la comunicación y sólo escuchaban gritos y cómo las personas se quejaban, para poco después fallecer algunos.
“Escuchamos la explosión y corrimos para ayudar a la gente, el camión no iba lleno”, señaló.
Jesús Ricardo López, compadre del sobreviviente Eustacio Zárate, dijo que éste regresaba de Ciudad del Carmen a Villahermosa, luego de trabajar en una plataforma petrolera donde son compañeros.
José Alfredo Garrido Díaz, que al momento del accidente conducía un camión escolar, relató que se asustó al escuchar el estruendo de la explosión y detuvo la unidad sin que pudiera hacer algo.
“Al oír la explosión me asusté, ver las nubes de fuego hacia el cielo me impresionó y me paralizó, sin que yo pudiera hacer algo por acercarme más al lugar del accidente”, contó al diario Tabasco Hoy.
José Hernández Correa, tío del sobreviviente David León Hernández Saso, comentó que su sobrino, a través de las ventanas del autobús, iba viendo a unos niños que jugaban en el campo, “cuando sintió el impacto y quedó inconsciente”.
“Cuando llegaron los paramédicos, escuchó que lo habían declarado muerto y le colocaron una sábana, entonces él comenzó a hacer ruido”.
PROCESO
LA REGIÓN SEMANARIO